jueves, 1 de octubre de 2009

Cráneo de una noche de verano

Considerando el tema de la “enajenación” o la ignorancia que Ana Lydia Vega presenta en su cuento: Cráneo de una noche de verano, pienso que en nuestra sociedad existen muchas personas con este problema. Lamentablemente viven ignorando lo que esta aconteciendo en nuestro país y pendientes a aquellos aspectos que no son de gran relevancia. Igual que “Güilson” están en un viaje largo que los mantiene alejados de la realidad. Por consecuencia, son más vulnerables a ser engañados por los que poseen mayor poder en la sociedad. Por ejemplo, a los políticos les conviene tener personas así en la sociedad para aprovecharse de ellos, para llenarles la cabeza de falsas promesas que evidentemente no cumplirán. Les conviene que las personas se mantengan dormidas ante las trampas que cometen a diario. Indudablemente, los ajenos a la realidad son como una carnada que son de gran utilidad para aquellos que desean el camino más fácil para lograr sus propósitos.Otro ejemplo común es de aquellos que no conocen a cabalidad sus derechos y por consiguiente se les violan los mismos una y otra vez. Si no sabemos que pasa a nuestro alrededor cómo podemos defendernos, cómo podemos denunciar lo que esta incorrecto, cómo podemos pedir un mejor sistema de gobierno si lo desconocemos todo.Yo creo que esta es la razón por la que muchos aspectos de nuestro país no mejoran. Muchos, sólo se preocupan por pertenecer a cierta clase social, tener los mejores carros, estar de fiesta en fiesta, chismear, entre otros aspectos. En el caso de Güilson, su vida estaba basada en usar drogas, completamente aislado de la realidad.Me parece que Ana Lydia Vega proyecta la preocupación de alertar a aquellos que tienen el mismo estilo de vida, ya que empieza el cuento de la siguiente forma: “Ustedes perdonen que les venga a bajar el up del viernes social pero se lo voy a vender como me lo pasaron a mí: calle, pa llevar. Pa que le den cabeza y metan mano si es que pueden. Porque hay que abrir el ojo, men. Si no, se lo almuerza a uno el viejo caballo mellao.”Es evidente el tono de conciencia que utiliza la autora para comenzar el cuento, prácticamente es una advertencia donde se expone que debemos estar concientes de que si vivimos ignorantes a lo que sucede a nuestro alrededor, como dice el refrán: “Nos va a chupar la bruja”. En otras palabras, cuando despertemos de ese sueño será demasiado tarde.Me pareció muy interesante que tanto esta lectura como otras de la literatura puertorriqueña, presentan algunas de situaciones de la época del autor y sin embargo, aún están presentes en nuestra personalidad puertorriqueña.

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